La candidiasis consiste en el sobrecrecimiento de hongos entre los cuales destaca la Cándida Albicans, un tipo de hongo que convive con nosotras de manera simbiótica, a no ser que su población aumente demasiado y se convierta en patógeno.
Se considera que la candidiasis es crónica o recurrente si este aumento de la población con sus consecuentes molestias se dan más de tres veces en un año.
La psiconeuroinmunología (PNI) es la ciencia que estudia los mecanismos de acción y comunicación entre los diferentes sistemas: neurológico, psicológico, endocrino e inmunológico.
Su propuesta de tratamiento consiste en buscar la raíz del problema para poder aportar soluciones a partir de la alimentación, estilo de vida y la suplementación de vitaminas y minerales.
En el tratamiento de la candidiasis, la PNI te ayudará a:
La Microbiota es el ecosistema de bacterias y microorganismos que conviven dentro de nosotras. Residen alrededor de todo nuestro cuerpo, pero están especialmente presentes en el tubo digestivo y las mucosas, como por ejemplo la vagina. La microbiota es necesaria para nuestra supervivencia. Se encarga, entre otras cosas, de defendernos de otros virus y bacterias invasores y de realizar una correcta digestión y absorción de nutrientes y vitaminas.
Aunque la microbiota vaginal tiene sus características propias, está muy influenciada por la microbiota intestinal. Por eso cuando hay un sobrecrecimiento de la Candida Albicans el tratamiento irá dirigido a mejorar la totalidad de la microbiota.
Habrás leído que existe una dieta específica para el tratamiento de la candidiasis; y en cierto aspecto es lógico, pero no es lo único a tener en cuenta.
Si la cándida se alimenta de glucosa es cierto que reduciendo de nuestra alimentación azúcares y carbohidratos refinados como el pan, las galletas, la bollería… estaremos facilitando la recuperación. Pero la glucosa no se libera solamente a través de la alimentación. Situaciones de estrés, un desequilibrio hormonal, diabetes o resistencia a la insulina también pueden ser las causantes y deben ser abordadas.
Por eso, aunque el tratamiento base para la candidiasis se realiza mediante antifúngicos naturales y probióticos, es muy importante que se localice y se trate la raíz del problema que ha ocasionado la infección, para evitar que en breve tu organismo vuelva a estar desequilibrado.